jueves, 9 de febrero de 2006

TX14: SIEMPRE JUNTOS

Tengo algo que contar. Mi vida ha cambiado. Hace poco más de una semana fui al veterinario porque Lucas estaba raro de sde hacía semanas; no se movía mucho, no comía demasiado y además vomitaba más de lo normal. Ese día le hicieron varias pruebas. El veterinario le palpó y notó algo raro; le hicieron una radiografía y me dijeron que no tenía buen aspecto. Me dijo textualmente que estaba "chungo", y me dijo que tenía un tumor. Al principio me quedé con cara impasible, pero después me llamó mi madre y no podía acabar de decirle lo que pasaba; ahí me desmoroné. Entonces le hicieron una ecografía para ver mejor lo que tenía, porque no se veía de que tipo era y por tanto lo que se podía hacer. Al pobre hubo que sedarlo con gotero y todo para que no se moviera; nunca lo había visto pasarlo tan mal ese día; lo máximo que le había pasado era que le pusieran una vacuna, y ese día no paraban de cogerlo hombres extraños para hacerle daño. Finalmente me dijeron que parecía grave y que seguramente sería no se qué tipo de tumor, y que lo mejor sería hacerle una biopsia, es decir, pincharle para sacarle una muestra del tumor para saber lo que era. No se podía hacer ese día así que nos fuimos. En mi casa me volví a poner bastante mal, llorando y tal, y escuchando música triste que me recordaba a él. Le miraba y pensaba en que le quedaría poco tiempo y todo eso. Unos días más tarde fuimos a su veterinario de toda la vida, otro diferente, para ver qué pensaba. Éste le hizo otra radiografía porque en las anteriores no se veía muy claro. El tumor era ahora más grande. Dijo que lo de la biposia no era una buena idea porque a en la ecografía el otro había dicho que dentro del tumor ( bueno de los tumores, que en la ecografía parecía tres pero al final era uno grande) había líquido desntro, así al pincharlo se podría derramar y causar una hemorragia, así que fijamos la fecha de ayer (dos días después) para realizar la operación, que consistía básicamente en abrirlo para ver lo que se podía hacer. La noche anterior sólo dormí unas tres horas ya que me desperté sobre las dos de la madrugada y ya no puede volver a dormir. Estube como una hora llorando sin para mirándolo y hablándole, aunque él no pudiera entenderme. No creía que esa fuera a ser su última noche de vida pero sabía que le quedaba poco tiempo de vida, y que también era probable que muriera esa mañana en la operación porque hubiese que sacrificarlo. Así que fue como una despedida. A primera hora de la mañana me arreglé y me fui en taxi al veterinario, con Lucas en su cesta nueva que había comprado el día anterior, porque no quería que tubiera un trauma con mi mochila. Llegué allí a las ocho y media de la mañana. Recuerdo perfectamente cómo sacábamos a Lucas de la cesta, aunque él no quería; después el veterinario le pinchó para medio dormirlo y poder ponerle el gotero; a Lucas le molestó bastante y se me subió, como abrazándome con miedo, y vi como poco a poco empezó a relajarse, hasta que le pesaba la cabeza, y se quedó finalmente sedado en sólo un par de minutos. No paraba de pensar que tal vez ése iba a ser su último recuerdo, así que lloré allí sólo con él abrazándole, para despues dejarlo sobre la mesa fría de metal. él tenía los ojos abiertos aunque casi no pudiese moverse; supongo que para él debía ser una sensación muy extraña que no podía comprender. Yo le puse mirádome a la cara, porque no quería que si esos iban a ser sus últimos secuerdos no se le quedara la imagen de una pared blanca sino al menos que viera por última vez amí. Etonces me fuí aunque aún pudiera quedarme más tiempo porque no me apetecía llorar delante de la gente. Me fui a la calle, con mi madre, y me dijo que si quería ir a comer algo pero aunque ella insistió le dije que quería estar sólo y que además no quería fumar delante de ella, así que me fuí a dar una vuelta por el río yo sólo. Bueno mi madre me siguió, como si me fuera a suicidar o algo, cosa que me molestó pero bueno, se preocupaba. Estube fumando y pensando con cara de pocker ahí sólo y sentado esperando la llamada que me dijera si se podía hacer algo o si había que sacrificar, aunque no sabía si sacrificar significaba hacerlo en ése momento o esperar al menos unos días. En fin, que tras más o menos una hora llegó la llamada. El hombre estaba preocupado por cómo decirmelo porque se enrollaba bastante y me lo explicaba una y otra vez, pero fianlmente hizo mención a la realidad dando la posibilidad de "dormirlo". Yo le dije que si había que sacrificarlo que lo sacrificara. Y así dijo que lo haría. Andé sin expresión hasta allí. Antes de que abrieran me dió tiempo de fumarme un último cigarro. Cuando l legué mi madre se dió la vuelta porque estaba un poco emocionada, y finalmente subieron la persiana a las diez de la mañana. Entramos y nos explicó aún más detenidamente lo que habia pasado, como si me importara mucho en esos momentos. Incluso nos hizo dibujitos y todo. No me importaba. yo seguí con mi cara sin expresión así que el hablaba mirando a mi madre. Tras la larga explicación me dijo si quería ver fotos que sacó del tumor porque era especialmente grande, enorme para un gato; había crecido mucho en apenas una semana. Yo le dije que no. Entoces dijo que el gato estaba ahí en el quirófano, mi madre dijo que no queríamos verlo ( antes de entrar me había dicho que no lo viera), pero yo enseguida dije que sí que quería verlo. Fuí con el veterinario al quirófano, y me siguió explicando no se qué ( me cae muy bien pero coño cállate), así que le dije que si podía estar solo con el un momento, y me dijo que claro y se fué.
Allí estaba yo con ese cuerpecito blanco y peludo, inmóvil. Al principio yo estaba a su espalda, después me puese en frente. Tenía los ojos abiertos y la boca también medio abierta. Se la cerré para que pareciera menos muerto, más como antes. Le intenté cerrar los ojos pero no duraban mucho cerrados. Lloroso le dije "cierra los ojitos cariño". Sabía que esa iba a ser la última vez que le iba a ver en la vida, y eso me mataba por dentro. Le toqué las patitas, la cara, las orejitas, le acaricié como a él le gustaba por la espalda. Después me puse otra vez a su espalda. Me puese medio recostado detrás de él, abrazándolo como solíamos dormir muchas noches. Intenté memorizar lo máximo posible porque sabía que a partir de ahí, se convertería en fotos, en recuerdos borrosos. Le olí para memorizar también su olor. Creí que mi madre ya había pagado así que me fui, pero vi que todavía seguían hablando así que volví para memorizar un poco más. Menos mal que lo vi y no hice caso a mi madre porque si no me hubiese arrepentido toda la vida. Al final me fui. Ésa fue la última vez que le vi. Con esos ojos abiertos, pero sin ver nada. Que nunca más iban a ver nada. Mi madre pagó, me dijeron que sentían no haber podido hacer nada y nos fuimos. Yo casi no pude decir adiós, aunque lo dije para que no pensara que estaba enfadado con él. Al salir seguí con mi cara de antes, con mi cesta vacía en la mano. Mi madre intentó convencerme de que me acompañara a mi casa y tal pero yo le dije que quería estar sólo, y así es como me fui. Solo.
Esperando un taxi que tardaba demasiado en llegar empecé a echar las primeras lágrimas. Mirando por la ventanilla del coche, miraba el mundo como si todo hubiera cambiado, como si nada fuese a ser igual nuncal. Lo peor fue cuando llegué a mi casa, y supe que él no estaba allí esperándome, que ya nadie me esperaba; nadie me echaba de menos, ni me necesitaba, ni dependía de mi. Vi sus cosas en al cocina; su tierra, su agua, su comida; pensaba que nunca nadie más usaría nada de eso, no podía creerlo. No lo entendía, no podía aceptarlo. Cuando llegué a mi cuarto también fue muy difícil porque vi el lado de la cama dónde había dormido toda esa noche. Al despertarme yo, habia cambiado de posición y había apoyado su cabecita en la almohada, y aún podía verlo allí.
La gente solía decir de mi que "cuando se muera su gato se muere". Aquí sigo, pero ayer me sentía como si el que se hubiese muerto hubiese sido yo. Se me cae la casa encima. No concibo una casa si él. Es como si todo el mundo hubiese desaparecido y yo estubiese solo. Anoche al final me dormí a las cuatro o así. Cuando cerraba los ojos me venían recuerdos. Lo pasaba fatal mirando a su lado de laq cama, en el que todavia no he sido capaz de apoyarme. Me imaginaba acariciándolo como siempre. Cuando estaba en el baño me imaginaba que él estaba ahí en la toalla esperando, o intentando beber del grifo de la pila. Tambíen fue duro escribir algo que hice cómo si le hablara a él, que he pensado que puede ser el discruso de cuando tire sus ceinzas dentro de una semana cuando me las den. Supongo que las tiraré al mar aunque todavia no se en donde. Ésto es lo que decía: Solo hace unas horas que te has ido y ya te echo de menos. Me siento muy solo y perdido. Pero yo sé que donde estés me estás mirando con esos ojitos preciosos y me estás diciendo que siga adelante. Lo que yo te digo es que tampoco tú ten sientas solo porque desde aquí yo también te mando todo mi amor para que puedas esperarme hasta que me reúna contigo. Ya sé que no es lo mismo y que es duro estar separados. La verdad es que nadie me ha ayudado tanto como tú a ser feliz y es por eso que no sé vivir sin ti. Siempre me has dado cariño, y siempre estabas pegado a mi. Gracias a eso siempre he tenido un pequeño punto de apoyo incondicional con el que siempre podía contar. Perdóname por todas las cosas que he hecho que te hayan molestado, pero sabes que por encima de todo te he querido y me he preocupado por ti. Y por si no lo sabes, siempre te querré.
En fin, la verdad es que nunca me he sentido tan solo como ahora. Parecerá una tontería pero llevaba 10 años con él, más de media vida; siempre ha estado a mi lado, y ahora todo es diferente. Supongo que me acostumbraré, pero creo que eso es lo que más rabia me da; que se convierte en un recuerdo, algo del pasado, ya superado. Sabía que algún día tenía que pasar pero no sabía que sería tan pronto. Ya tenía pensado donde dejarlo en verano. Desde hacía tiempo quería comprarle una planta para gatos, porque siempre me pedía salir a la terraza y buscaba cosas en las macetas pero no había plantas como en casa de mi madre. En las últimas semanas habia ido como cuatro veces a la tienda de plantas pero siempre estaba cerrada porque tenía un horario muy irregular. Al final se la compré el día antes de que muriera. Ni siquiera pudo disfrutarla porque no comía nada. Además quería cambiarme de casa porque la mía no me gusta mucho, pero tambiém para que él tubiera más espacio porque esta es bastante más pequeña que la de mi madre donde vivíamos antes, y siempre tenía pena por que no pudiera moverse más. Al final no pudo ver otra casa. Y yo ahora no me quiero cambiar porque aquí tengo demasiados recuerdos y no estoy preparado para empezar de nuevo. Sería como cerrar esta etapa, como empezar a olvidar, y no puedo hacer eso. También cuando empezó a vomitar más pense que alo mejor era porque la casa estaba sucia, así que me hice el propósito de barrer y fregar el suelo todos los días. A penas nos dió tiempo ha hacerlo dos días. Me arrepiento de todas estas cosas y de más. La última noche que pasamos juntos se me ocurrió pedirle la cámara digital a mi compañero de piso para tener más fotos y mejores por si acaso moría ese día, pero al final no lo hice porque pensaba que no lo sacrificarían ese mismo día. Incluso había pensado que si le daban como mínimo un mes de vida o dos semanas o algo así vendería mis consolas para comprar una cámara de video buena para tenerlo grabado, para que su recuerdo no se enborronara. Pero no me dió tiempo. Por lo menos sé que me he preodupado de él más que la mayoría de personas con gatos. Hoy he quitado ya sus cosas de la cocina y las he tirado. Le he limpiado la tierra por última vez. Tambié le he cambiado el agua. Ha sido difícil, como será difícil llegar a la cocina y ver que no hay nada. Ya no hay rastro, aunque mi ropa aún tiene pelos blancos, me gustaría que no se acabaran nunca. En fin, que le agradezco infinitamente estos 10 años que sin saberlo me ha regalado. Ahora entiendo un poco más porqué existen las religiones. En estos momentos necesito saber que está en algún lugar, y que está bien. Sé que no es así, pero yo prefiero pensar que al menos siempre vivirá en mi corazón, y que nuca lo olvidaré. Bueno no me conformo con eso, prefiero pensar que está en el cielo de los gatos, y que está mejor que nuca. No me olvides tu tampoco. Te quiero.